jueves, 20 de diciembre de 2012

Luces y sombras... y más sombras

La mujer de sombra. Luisgé Martín. Anagrama. 232 páginas. 16’90 €. 

Luces y sombras. Tal vez esa corta expresión sea la mejor definición que encontremos para el ser humano. Todos tenemos secretos y, por lo general, tienen un magnetismo mayor que el de todo aquello que sí dejamos ver. Sin embargo, cierto es también que, en la mayoría de las ocasiones, es preferible no conocer según qué cosas. 

La mujer de sombra ahonda en ese pantano de los secretos, en ese “cenagal” que es la vida, “una emboscada” en la que cada persona tiene siempre más de un rostro. Luisgé Martín nos transporta a los más bajos instintos de los hombres, a la perversión, el sexo y la violencia, y simultáneamente nos habla del amor, la verdad o el mecanismo oxidado de las relaciones humanas. 

Guillermo es un hombre felizmente casado con Olivia, cuyo verdadero nombre es Nicole. El matrimonio cuida de su hijo Erasmo y lo educa desde el amor y los libros. Todo sería idílico si no fuese porque él tiene una amante. Pocos días antes de fallecer en un accidente de coche, Guillermo se derrumba y le cuenta todo a su amigo Eusebio. Ella es Marcia, una mujer dominante, con la que él traspasa semanalmente la delgada línea que separa el sexo del dolor y la humillación. Ella es el secreto inconfesable de Guillermo. 

Tiempo después de la muerte de su amigo, Eusebio decide lanzarse en búsqueda de esa mujer a la que Guillermo no podía dejar de ver. Por supuesto que lo consigue, pero él, en cambio, no conocerá a Marcia, sino a Julia, una mujer inteligente, cariñosa y tierna, con la que pronto empezará una feliz vida en pareja. Pero la felicidad es algo relativo. 

A partir de entonces, movido por la curiosidad, el morbo y el conocimiento del secreto de Julia, Eusebio se introduce en una espiral depravada e insalubre con el fin de encontrar algún resquicio de esa Marcia que compartía las tardes con su amigo fallecido. Para ello comenzará a frecuentar chats eróticos y a intimar con los allí presentes. Cegado por las ansias de conseguir una confesión que combine a su Julia con Marcia, Eusebio empezará a compartir su vida con drogadictos, voyeurs, chaperos e incluso se adentrará peligrosamente en el terreno de la pederastia. 

Luisgé Martín muestra un mundo turbulento en el que la necesidad de saber se convierte en una carretera infernal; un descenso a las profundidades del morbo en el que la culpabilidad adquiere un matiz distinto y la identidad pierde por completo su importancia. Un espacio, en definitiva, en el que cada persona alberga un monstruo, y cada monstruo, un lado tierno. 

La novela de Martín es oscura, como ese Madrid en la que está ambientada; hipnótica, como las drogas que aparecen en ella; tan brutal, como las situaciones que narra, y enormemente psicológica. En cada una de las páginas el lector se plantea cada acción, cada contexto, pero a su vez no puede parar de leer: desde la primera página ha sido hechizado por esa misma perversión que, como dice Rafael Reig a propósito del libro, nos lleva a no apartar la vista en un accidente de coche y buscar a la víctima.

Publicado en Punto de Encuentro

lunes, 17 de diciembre de 2012

Soliloquio urbano

Ciudad abierta. Teju Cole. Acantilado. Traducción de Marcelo Cohen. 296 páginas. 22 €. 

Las ciudades, al igual que la mente humana, son laberintos repletos de conexiones, callejones sin salida y cambios de sentido. Algo así ocurre con la Literatura, que nos lleva tanto por anchas calles rebosantes de luz como por estrechas vías en las que nos agobiamos con facilidad. 

Teju Cole nos habla en su Ciudad abierta de todo esto. Y lo hace de una forma en la que parece que nunca pasa nada. Tal vez una de las tareas más meritorias, y complejas, del escritor sea la de contar algo de forma que parezca que ha sido sencillo hacerlo. Un buen amigo me enseñó la expresión novela de paseo para esas obras en las que aparentemente no sucede nada, cuyo poso va formando una mancha inolvidable en el lector. Esta Ciudad abierta es, sin duda, el claro ejemplo de ese subgénero. 

Julius es un psiquiatra nigeriano que vive en Nueva York. Su vida se desarrolla entre el hospital y sus ratos libres, que gasta paseando por la ciudad, en museos y cafés. Mientras la rutina de Julius acontece, su pensamiento fluye. Y ese pensamiento, un soliloquio pasado por el filtro de la razón, que por momentos roza el fluir de la conciencia, es el grueso de Ciudad abierta

La voz y la mirada del narrador son los elementos que marcan la diferencia en esta obra. Sin embargo, la reflexión también ocupa un importante cajón, como no podía ser de otra manera, en la mente del psiquiatra. A medida que sus paseos avanzan, Julius recuerda su pasado en Nigeria, su relación con su madre o las conversaciones que mantuvo con personajes variopintos, de naturaleza diversa, entre las que destacan un diálogo sobre las consecuencias y los motivos del 11S o una digresión sobre la situación de los inmigrantes en Europa. 

El autor de origen nigeriano no evita, ni mucho menos, los temas comprometidos. El terrorismo islámico, las dictaduras sostenidas por Occidente o el problema entre judíos y palestinos desfilan por las páginas de la novela como cuchillos afilados que no llegan a herir. Ciudad abierta discurre con ritmo pausado, casi como si fuese a detenerse en cualquier momento, y ni siquiera los giros, bruscos y violentos en algún caso, hacen que pierda un ápice de lirismo. 

La introspección constante de Julius, cargada además de flashbacks y flashforwards, nos muestra una novela de pensamiento, eso sí, muy alejada de la imagen pedante y presuntuosa que solemos advertir cuando sale a la palestra esta expresión. Un texto lleno de arrugas, de textura suave, e incluso de apariencia frágil en ocasiones, que nos lleva de la mano a un final, unas últimas frases, acordes con el resto del camino. 

Ciudad abierta, galardonada con varios premios norteamericanos (PEN/Hemingway, New York City Book Award for Fiction y el Rosenthal de la American Academy of Arts and Letters), quedará en la memoria literaria como una de las mejores novelas de 2012.

Publicado en Culturamas